

Hace cien años, en 1925, Gabriel Miró recibió el prestigioso Premio Mariano de Cavia por “Huerto de cruces”, un inquietante relato de atmósfera sombría y profunda belleza narrativa. Para conmemorar este centenario, Fundación Mediterráneo reúne a dos figuras esenciales: el catedrático emérito Miguel Ángel Lozano, una de las autoridades más destacadas en la obra de Miró, y el actor Ginés García Millán, que dará voz al texto en una lectura escénica especialmente preparada para la ocasión.
Será una tarde para adentrarse en la sensibilidad modernista de Miró, descubrir la historia detrás de este célebre relato y disfrutar de una interpretación literaria en directo que revive la fuerza simbólica y el temblor emocional de “Huerto de cruces”. Una cita para los amantes de la literatura, la cultura alicantina y la memoria de uno de nuestros grandes escritores.


El contexto histórico y periodístico del Premio Mariano de Cavia de 1925.
Por qué “Huerto de cruces” es uno de los relatos más singulares y turbadores de Gabriel Miró.
Las claves del modernismo y el simbolismo en la obra del autor.
Cómo Miró transforma paisaje, memoria y tiempo en materia literaria.
Relación del autor con Alicante y su peso en su imaginario narrativo.
Qué hace a Miró un escritor único dentro de la literatura española del siglo XX.
La visión experta de Miguel Ángel Lozano sobre el proceso creativo y la evolución del autor.
Cómo una lectura escénica puede iluminar nuevos matices de un texto literario.
Gabriel Miró (1879–1930) fue un escritor modernista alicantino cuya obra destaca por su lirismo, su sensibilidad y su atención al paisaje y la memoria. Es considerado una de las voces más refinadas del modernismo español.
Es un relato breve de tono simbólico y atmósfera inquietante, con elementos cercanos al terror psicológico, que Miró publicó en 1925 y que le valió el prestigioso Premio Mariano de Cavia.
No es un terror convencional: Miró construye un clima de inquietud desde lo sensorial, lo simbólico y lo emocional. La violencia, la muerte y la memoria aparecen insinuadas más que descritas.
En plena madurez literaria, durante los años veinte, una época de cambio cultural donde convivieron modernismo tardío, simbolismo y nuevas sensibilidades creativas vinculadas a Europa.
Muy profunda: su paisaje vital y emocional está en sus obras. El Levante, la luz, los patios, la vegetación y la memoria familiar aparecen constantemente en su narrativa.
Una prosa lenta, musical, llena de imágenes sensoriales, metáforas y una capacidad extraordinaria para convertir lo cotidiano en experiencia estética.
Sí: el premio estaba dotado con 5.000 pesetas, una cifra muy elevada para la época. Miró lo ganó con un relato que sorprendió por su tono oscuro y simbólico, distinto a la literatura más luminosa que acostumbraba.
Es uno de sus principales estudiosos y editores. Su trabajo ha sido fundamental para fijar y analizar críticamente la obra del autor alicantino.
Porque la oralidad permite descubrir ritmos, gestos y matices emocionales que a veces pasan desapercibidos en la lectura silenciosa.