
El jazz no solo ha sido una revolución musical, sino también una poderosa expresión visual. A lo largo de su historia, las portadas de los discos han sido mucho más que simples envoltorios: han sido manifestaciones artísticas que capturan la esencia del género y de cada una de sus épocas.
En esta conferencia, el experto en patrimonio documental musical Jorge García nos invita a recorrer la evolución de la imagen del jazz a través de sus cubiertas discográficas, desde los primeros álbumes, de los llamados discos de pizarra, hasta la era digital. Se analizará cómo el diseño gráfico y la fotografía han servido como reflejo de los cambios en el jazz y su percepción cultural, desde la elegancia de los años dorados del swing hasta la explosión visual del free jazz y la fusión.
Además, la conferencia contará con una pequeña exposición de documentación de jazz, permitiendo a los asistentes explorar de cerca algunos de los diseños más representativos de la historia del género.
Desde sus inicios, el jazz ha sido una manifestación artística en constante evolución, no solo en lo musical, sino también en su dimensión visual. Aunque la relación entre el jazz y otras artes, como la pintura y la fotografía, ha sido objeto de numerosos estudios, la identidad gráfica del jazz a través de sus portadas discográficas ha permanecido, en muchos casos, en un segundo plano, a pesar de su innegable influencia en la percepción del género.
"La tapa me suena: Identidad visual del jazz" nos invita a un recorrido por la evolución de las portadas de los discos de jazz, desde los primeros álbumes en vinilo hasta la era digital. A través de esta conferencia, Jorge García, experto en patrimonio documental musical y comisario de la exposición Jazz Gráffico, explorará cómo el diseño gráfico y la fotografía se convirtieron en elementos esenciales de la imagen del jazz, reflejando sus transformaciones musicales, culturales y comerciales a lo largo del tiempo.
El viaje comienza en la década de 1940, con los primeros intentos de dotar a los discos de jazz de una identidad visual propia. Con la llegada del LP y la consolidación de sellos discográficos como Blue Note, Verve y Impulse!, la cubierta discográfica se convirtió en una poderosa herramienta para definir el carácter de un álbum y atraer al público. Diseñadores como Alex Steinweiss, Reid Miles y Jim Flora marcaron una época con portadas innovadoras que rompieron con la estética tradicional de la música popular, introduciendo una sofisticación gráfica que reflejaba la evolución del jazz.
Durante las décadas de 1950 y 1960, el diseño de las portadas de jazz alcanzó su punto álgido, con cubiertas que no solo servían como reclamo comercial, sino que también capturaban la esencia de la música contenida en los discos. La fotografía jugó un papel clave en esta era, con retratos icónicos de músicos como Miles Davis, John Coltrane o Thelonious Monk que contribuyeron a forjar la imagen del jazz como un género sofisticado y vanguardista.
Sin embargo, a finales de los años 60 y 70, con la llegada de nuevos movimientos como el free jazz y la fusión, el diseño gráfico del jazz entró en una crisis de identidad, influenciado por tendencias visuales como la psicodelia, que en ocasiones distorsionaban la imagen tradicional del género. Al mismo tiempo, la consolidación de las grandes discográficas provocó la absorción de sellos independientes, lo que llevó a una estandarización en la producción y el diseño de los discos, perdiéndose parte del carácter único que había definido la identidad visual del jazz en décadas anteriores.
Con la llegada del CD y la digitalización de la música, las portadas de jazz sufrieron una transformación radical. La reducción de tamaño y la desaparición del formato físico como estándar restaron protagonismo al diseño gráfico, aunque, paradójicamente, el renacimiento del vinilo en los últimos años ha vuelto a poner en valor las cubiertas originales de los grandes álbumes de jazz. En esta conferencia, se reflexionará sobre la persistencia del formato físico en la era digital y el impacto que las portadas siguen teniendo en la memoria colectiva del jazz.
"La tapa me suena" no es solo un recorrido por la historia del diseño gráfico en el jazz, sino también una reflexión sobre cómo la imagen visual ha influido en la percepción del género y en su relación con el público. A través de ejemplos icónicos y una pequeña exposición de documentación de jazz, la conferencia nos invita a descubrir cómo el arte y la música han caminado juntos, creando una identidad visual que ha dejado una huella imborrable en la historia de la cultura musical.
Descubrir la evolución del diseño gráfico en el jazz, desde sus primeras portadas hasta la actualidad.
Explorar la conexión entre música y artes visuales, con ejemplos icónicos de cubiertas de discos.
Comprender cómo la identidad visual del jazz ha influido en la percepción del género.
Acceder a una exposición de documentación de jazz, con ejemplos de cubiertas y materiales originales.
Reflexionar sobre el papel del formato físico en la industria musical y su impacto en la actualidad.
No, la conferencia está abierta tanto a amantes del jazz como a cualquier persona interesada en el arte y el diseño gráfico.
Sí, se presentarán imágenes de algunos de los diseños más influyentes de la historia del jazz.
Sí, se incluirá una pequeña exposición de documentación de jazz, con ejemplos de cubiertas y otros elementos visuales.
La entrada es gratuita hasta completar aforo. Se recomienda llegar con antelación para garantizar plaza.
Fundación Mediterráneo se suma un año más a la celebración del Día Internacional del Jazz en Alicante, formando parte activa de la programación de la ciudad con tres propuestas culturales que combinan historia, reflexión y música en directo. Bajo el nombre de Festival de Jazz Mediterráneo, este ciclo se desarrollará del 28 al 30 de abril en el Aula de Cultura de Alicante, coincidiendo con la semana dedicada al jazz en todo el mundo.
Durante tres días consecutivos, el público podrá disfrutar de una programación que abarca desde el cine documental y la crítica social, hasta el diseño gráfico vinculado al jazz y un gran concierto final a cargo de la Sedajazz Big Band, una de las formaciones más destacadas del panorama nacional. Todas las actividades se conectan con el espíritu del jazz como lenguaje universal, herramienta de resistencia y vehículo de mestizaje cultural.
El Festival de Jazz Mediterráneo 2025 no es solo una celebración sonora, sino también una experiencia educativa, visual y emocional que pone en valor el jazz como arte vivo y en constante transformación. Un homenaje a su historia y a su capacidad de inspirar a través de la palabra, la imagen y, por supuesto, la música.