
La identidad se fortalece con los años, pero tu esencia está en ti desde que naces, amas, ríes y lloras igual que cualquiera no importa ni tu ropa, ni de donde vengas, ni cuál sea tu nombre.
Esto sucede durante la infancia, no cuentan las etiquetas, un mundo maravilloso nace antes nuestros ojos cuando lo único que necesitamos es nuestra imaginación y un amigo con el que compartir nuestros sueños. El niño/a reconocerá el lenguaje ligado al movimiento y esto, unido a la luz y la música, sumergirá al pequeño espectador en un clima familiar y divertido, captando su atención, sin necesidad de recurrir a efectos superficiales.
Cada objeto puede tener una utilidad y forma muy distinta a la que vemos, todo y todos podemos convertirnos en lo que imaginemos, en un globo, en un sillón, en ti… En esta historia todo es un juego, la búsqueda de tu nombre será muy entretenida, juega a mirar, mira jugando.
El texto y dramaturgia que otorgan el hilo conductor a la pieza, plantea entre otras cuestiones, la identidad de género, el crecimiento personal del niño/a y en su visión infantil de futuro, la búsqueda de la identidad. ¿Cuál es mi nombre…? Es una pregunta abierta que deriva en otras muchas preguntas y que a su vez nos llevará a infinidad de respuestas.
Venimos al mundo, en un lugar concreto, una familia y entorno definidos y nada de eso ha sido elegido por nosotros mismos, es nuestro manuscrito inicial y a partir de ahí se definirá el rumbo de nuestra vida y lo que se describirá en ese manuscrito aun sin experiencias.
Ficha Técnica
Dirección Coreográfica Omar Meza. Dirección Teatral y Textos Rosa Díaz (La Rous). Intérpretes Ma José Casado y Raúl Durán. Intérpretes sustitutos/Covers María Moguer Diseño de Vestuario Laura León. Escenografía y Utilería Luciano Llanes. Música Original Jesús Fernández. Diseño de Iluminación Ernesto Monza. Producción Laura Campoy Administración Sonia Espinosa
Agradecimientos: Teatro Caja Granada, Catalina Sako y Lolo Fernández.
La danza está en constante evolución. Busca nuevas vías de expresión tanto en la coreografía de partituras clásicas como en la puesta en escena de piezas creadas por autores contemporáneos.
También trata de dar voz a las inquietudes de la sociedad, romper barreras y acabar con los estereotipos. Bach tiene encaje entre los ritmos surgidos de las calles del siglo XXI, el cisne de Tchaikovsky puede interpretarlo un hombre. La adaptación de la danza a los intereses de los nuevos espectadores es la guía que marca el arranque del ciclo Mediterráneo en Danza, que vuelve un año más a nuestras sedes de Alicante y Murcia.