Antoni Abad
Obras del artista
Inicia su trayectoria artística como escultor a mediados de los años ochenta, y pronto destaca en el ámbito de los nuevos planteamientos escultóricos que tiene lugar en el escenario artístico catalán y español. Sus trabajos con materiales industriales seriados remiten, desde una posición distanciada, al minimalismo y sus influencias posteriores.
Ya en la década de los noventa, inicia una serie de estancias en diversas universidades y centros artísticos extranjeros. Coincidiendo con esta etapa, su obra se reorienta con decisión hacia los medios audiovisuales y las plataformas digitales como internet. Lejos de ser una ruptura brusca, ese tránsito de la escultura a los medios audiovisuales supone una prolongación lógica del interés de Abad por profundizar en aspectos metafóricos de la obra de arte ligados al cambio de estado, a la multiplicidad de la materia, su capacidad de transformación.
Precisamente la obra "Ego" se inscribe con claridad en esta segunda línea de actuación. Aunque semeja una proyección del vídeo, en realidad es una vídeo-instalación generada mediante un programa informático. Esa multiplicidad, a la que aludíamos más arriba, la ha adquirido en tiempos recientes, y "Ego" es un magnífico ejemplo de ello, connotaciones sociopolíticas. "Ego" se plantea como una serie de obras en las que las sempiternas moscas producen, tras una azarosa aleatoriedad, la primera persona de singular "Yo" en las principales lenguas de la tierra. Multiplicidad como eficaz instrumento para desmontar la absurda diferenciación (en este caso racial) de aquello que no deja de ser un universal: la identidad.
En la actualidad, Antoni Abad es uno de los creadores españoles con mayor proyección internacional.
