Jordi Alcaraz

Artista singular cuyo trabajo creativo se sitúa en un terreno ambiguo entre la pintura, la escultura, el libro de artista y el objeto encontrado. Expone regularmente en diversas galerías nacionales -generalmente del arco mediterráneo. Y está vinculado a la barcelonesa galería Joan Prats.

Explorador como pocos de los límites del cuadro, despojado de cualquier veleidad representativa y reducido a un objeto bidimensional, Alcaraz ha sabido extraer múltiples posibilidades expresivas tanto del plano supuestamente pictórico como del marco que lo circunda. Papel, escayola, madera, metacrilato, metal, sufren infinitas manipulaciones que pliegan , doblan, rasgan la superficie homologable al lienzo, ejerciendo un auténtico tour de force expresivo cargado de intencionalidad y belleza. Ese doble proceso de negación y de expansión se articula entre esos dos polos escritura-pintura, pero lo hace alejándose de cualquier veleidad narrativa, con un grado de abstracción de esencialidad ciertamente notable.

La obra Dibuixar el temps, (2004) pertenece a una serie muy reciente. Apenas un fondo de espejo, un marco de madera y cuatro orificios son capaces de provocar un cúmulo de sensaciones difícilmente explicable. Más allá de la primera y fácil identificación con las pinturas especialistas de Lucio Fontana, resulta interesante el choque entre el suntuoso reflejo de la luna de cristal y los brutales oscuros de los orificios. La transgresión, desde la objetualidad, del plano de representación pictórico está servida con una exquisitez y contundencia que reverberan mágicamente mientras nos entrevemos distorsionados formando parte reflejada de una realidad que nos atrapa fascinados.