Alberto García Alix
Obras del artista
De formación autodidacta, sus padres le regalaron su primera cámara en las Navidades de 1975. Al año siguiente, el joven García-Alix decide fotografiar “todo lo que nos pasa”. Personaje inquieto donde los haya frecuenta tanto en Madrid como en Barcelona ese efervescente ambiente festivo que marcará las noches de una España urbana que despierta al entusiasmo imparable de los ochenta. Bares, coches y motos, chicas, fiestas y variopintos personajes de carne y hueso, conforman la versión hispana -que en el caso de García-Alix no deja de ser cañí- del tan conocido como universal slogan “sex, drugs and Rock&roll”.
Inquieto y alternativo dinamizador cultural vinculado a los mundos del cómic, la música underground, la moda, sus fotografías nos muestran la crudeza y las dificultades de una ciudad como Madrid. La intensidad emocional que consigue con su trabajo es un rasgo que marca profundamente toda su trayectoria.
Conocedor de los grandes fotógrafos como August Sander, García-Alix se familiariza con la obra de Diane Arbus, Elliot Erwitt, Robert Mpapplethorpe, Duane Michals, Walker Evans, Richard Avedon, Irving Penn.... A su manera, trata de hacer lo mismo que ellos: retratar lo que vivía y veía a su alrededor, en la sociedad de su época... Sin duda “la movida” madrileña tuvo un notario fiel en García-Alix quien ha dejado constancia en innumerables ocasiones -siempre bien registradas y documentadas- de esa capacidad tan suya de fijar el instante dando forma y espacio a esos tiempos que ya no volverán.



