Albert (ZUSH) Porta

Cambió su nombre por el de Zush en 1968 (en fechas más recientes, éste último ha sido sustituido, a su vez, por el de Evru). De formación autodidacta, su fijación central por las técnicas gráficas cercanas al dibujo ha construido una personal iconografía a partir de un método que encuentra sus raíces en el automatismo psíquico del surrealismo, concretamente de autores como Paul Klee y del grupo catalán Dau al Set. Interesado por el mundo de la esquizofrenia, Zush ha investigado los mecanismos de expresión y comunicación que el cerebro humano establece con la realidad en condiciones alteradas. Formal e ideológicamente, la obra de Zush gira en torno a ese universo propio, ensimismado, marcado por la fantasía y la excentricidad, que se perfila en estrecha relación con el estado mental de un personaje de múltiples personalidades cuyo símbolo es un cerebro que posee un único ojo de gran tamaño. El discurso plástico que este artista vertebra alrededor de este inquietante microcosmos es muy peculiar. Un inframundo poblado por seres astrales, cuerpos deformados y agitados, que pululan sin cesar en un caos cargado de barroquismo.