Xesús Vázquez
Obras del artista
Xesús Vázquez inicia su trabajo artístico a finales de los sesenta, pero el verdadero arranque de su proyecto pictórico hay que ubicarlo en el contexto de los últimos setenta y primeros ochenta, ese momento irrepetible, eufórico, en el que se sitúan cronológicamente los antecedentes de la Colección CAM de Arte Contemporáneo.
Generacionalmente, Xesús Vázquez no encaja con la juventud de los nombres más repetidos: Barceló, Sicilia, Broto, Uslé. Tampoco desde un punto de vista estilístico, Vázquez bebe en las fuentes neoexpresionistas que proliferan en Europa y Estados Unidos. De hecho, su pintura escueta y serena entronca claramente con el post- minimalismo. Con el paso de los años, se empiezan a diluir las fronteras, los límites entre abstracción y figuración, se introduce la poesía, la incorporación de palabras a la superficie del lienzo, las referencias literarias cultas, precisas, perfectamente integradas en su quehacer pictórico.
Xesús Vázquez se nos aparece hoy como un solitario del arte, como alguien que hace tiempo ha renunciado a cualquier programa colectivo, pero que sigue radicalmente inmerso en su propio discurso firmemente anclado en la pintura: La intensidad cromática, los laberintos asistidos por ordenador, pero traducidos más tarde al lenguaje -manual por definición- pictórico. El placer, retiniano y mental, que nos produce enfrentarnos a estas tramas, a estos hermosos laberintos por lo que se desliza nuestra mirada, hace especialmente vigente una propuesta pictórica que, bajo una personalísima contracorriente, ha sabido ocupar un lugar destacado, radicalmente propio, en la escena plástica nacional de estos últimos veinte años.
