Santiago Ydáñez
Obras del artista
Santiago Ydáñez empieza a ser conocido nacionalmente a mediados de los noventa por realizar una impactante serie de pinturas que se enfrentan con decisión al espacio visual del espectador. Habiendo tenido la oportunidad de conocer en directo su trabajos anteriores (en el que la frontalidad, los grandes formatos y la monocromía también estaban muy presentes) resulta muy evidente que Ydáñez ha dado un significativo paso adelante.
Manteniendo las constantes que ya hemos mencionado, además del uso de primer plano casi cinematográfico, de una factura dominada por el gesto de la pincelada y la textura de la materia, amén de un dibujo extraordinariamente eficaz, Ydáñez ha centrado -en sentido figurado y literal- el tema de su pintura en si mismo -el autorretrato como uno de los subgéneros seculares del arte de todos los tiempos-, y en el grito como metáfora inagotablemente expresiva -sirvan Munch y Bacon como botón de muestra-.
En otro orden de cosas (pero indisociablemente ligado a lo dicho) la ejecución, la resolución técnica de estos cuadros también ha sufrido sutiles pero importantes modificaciones. Llama poderosamente la atención la facilidad, la naturalidad casi espontánea para depositar la materia coloreada sobre una superficie plana, que queda transformada en un fantástico claroscuro de movimiento y tridimensionalidad impresionantes.
