José María Yturralde López

Doctor en Bellas Artes. Académico de Número de la Real Academia de Bellas Artes de San Carlos, Valencia. Catedrático de Pintura de la Facultad de Bellas Artes de la Universidad Politécnica  de Valencia. Premio Nacional de Artes Plásticas 2020.

Yturralde cuenta con una dilatada trayectoria marcada por el binomio arte-ciencia. Vinculado al grupo Antes del Arte surgido en Valencia, en torno al crítico de arte Vicente Aguilera Cerni, en su etapa inicial (década 1960) sus obras se inscriben en las experiencias ópticas, cinéticas y estructurales, que desembocan en sus Figuras imposibles y otras series, y sus trabajos óptico lumínicos con láser y técnica holográfica.  En 1975 tras obtener una beca de investigación se traslada al mítico Center for Advanced Studies del Massachussets Institute of Technology (MIT). Fascinado por los nuevos retos científicos y técnicos, explora diferentes posibilidades expresivas dentro de los parámetros artísticos que le conducen a abandonar la práctica pictórica tradicional, a adentrarse en el arte de acción y a su derivación en el arte-naturaleza o Sky-Art. En 1978, participa en la Bienal de Venecia con las Estructuras Volantes.  

Su regreso a la pintura toma cuerpo con obras de fuerte carácter geométrico, en la que los planos cromáticos aparecen perfectamente definidos en sucesiones de llamativas gamas cromáticas y acusados contrastes de complementarios. A partir de 1996 empieza a difuminar esos contornos duros para introducir al espectador en unas superficies pictóricas de raro magnetismo que evocan la indefinición borrosa de la niebla, de la bruma, del infinito.

Ha realizado numerosas exposiciones personales y colectivas de carácter nacional e internacional. A lo largo de su trayectoria artística ha sido invitado e impartido cursos en Japón, Moscú, México, Dinamarca, Francia. Ha publicado múltiples y diversos trabajos, artículos, comunicaciones e impartido cursos y conferencias relacionados con la geometría y las nociones de espacio – tiempo, hiperespacio y vacío desde una visión muy personal, expresiva y esencialmente pictórica.