
Segunda edición del Premio Vicente Gimeno Sendra para trabajos jurídicos
Es una apuesta por una cultura de calidad, una nueva forma de aprender, vivir y disfrutar la cultura, enfocándonos en sus aspectos más positivos y en el crecimiento colectivo.
En la Fundación Mediterráneo, no hacemos entretenimiento; hacemos cultura.
La Cultura del Crecimiento no es una simple actividad, sino un proyecto continuo de aprendizaje. Nuestro objetivo es convertirla en una forma de vida para una comunidad curiosa, crítica, escéptica, que aprecia y distingue la calidad.
No buscamos una sociedad de autómatas; queremos una sociedad crítica e inteligente.
Para nosotros, la cultura es una actitud constante de crecimiento: ser conscientes del mundo, de la sociedad y de nuestra propia vida. Es una cultura para quienes disfrutan aprendiendo, mientras se empoderan y toman las riendas de sus vidas.
Queremos formar una comunidad cultural.
Creemos que la cultura se vive mejor en comunidad, porque sabemos lo valioso que es encontrar personas afines con quienes compartir experiencias culturales. Por eso, buscamos el crecimiento personal, pero siempre en comunidad.
La Cultura del Crecimiento surge de la necesidad de programar con propósito, enfocándonos en la gente que nos rodea.
Todos, especialmente aquellos con inquietudes y curiosidad (ya sabes a quiénes me refiero), necesitamos más que una simple razón para actuar: necesitamos ser parte de una historia. Una historia lo más auténtica posible, porque somos críticos, dudamos, y no aceptamos fácilmente lo que se nos presenta.
En esta historia, la necesidad de un nuevo relato y un cambio de paradigma no solo es deseable, sino inevitable.
En la Fundación Mediterráneo creemos firmemente que “tener cultura” o “educar en cultura” abre verdaderas posibilidades de reflexión y comprensión del mundo. Nuestro enfoque está centrado en combatir la incultura y la superficialidad, confrontando la mera opinión sin fundamento.
Utilizamos una acepción amplia del concepto de “cultura”, que no se limita solo a las manifestaciones artísticas, sino que abarca todas las disciplinas que nos permiten comprender mejor el mundo. Para nosotros, la cultura es el conjunto de conocimientos que nutre al individuo y fortalece las sociedades. Por ello, buscamos generar un impacto real, trabajando con un propósito que ofrezca soluciones tangibles a los problemas contemporáneos.
En este contexto, debemos tener en cuenta que el conocimiento, cuando no está vinculado directamente con una productividad inmediata, tiende a ser percibido como “inútil” en la sociedad actual. Como señaló Nuccio Ordine en La utilidad de lo inútil, solo aquellos saberes que producen algún tipo de resultado económico parecen ser valorados. Sin embargo, esto es un error, especialmente en lo que respecta a las humanidades, que fomentan habilidades transversales esenciales y aportan una utilidad vital más allá de lo meramente productivo.
Nuestro objetivo es hacer que la cultura sea al mismo tiempo necesaria y atractiva, sin reducirla únicamente a un producto de entretenimiento. La cultura debe ser también profunda y transformadora, capaz de generar comprensión y cambio. Para lograr esto, es esencial modificar las políticas que definen cómo se consume el tiempo dedicado a la cultura.
Desde la Fundación Mediterráneo, hemos observado la necesidad de atraer “nuevos públicos” hacia diversas áreas culturales. Creemos que acercar la cultura, en todas sus expresiones, a la sociedad puede contribuir a este objetivo.
Además, estamos convencidos de que la cultura es el motor para superar la brecha digital y tecnológica. Si hablamos de "ciudades inteligentes", debemos también aspirar a crear sociedades inteligentes y resilientes a través de la cultura.
Haciendo mención a aquellos que nos han motivado a reconstruir nuestro relato:
Hoy el espíritu occidental parece estar atravesando una transformación profunda, de magnitud tal vez comparable a cualquiera de las grandes transformaciones que se produjeron a lo largo de nuestra historia. Cuanto mayor sea nuestra comprensión histórica, más inteligentemente podremos participar en dicha transformación. Cada época debe recordar de nuevo su historia. Cada generación debe reflexionar desde su propio punto de vista acerca de las ideas que han dado forma a su comprensión del mundo. Nuestra tarea consiste en hacerlo desde la rica y compleja perspectiva de hoy.
Richard Tarnas - La pasión de mente occidental
La creatividad está en el origen de la cultura, que a su vez crea un entorno que permite el florecimiento de la creatividad; y la creatividad, a su vez, está en el origen de la innovación – entendida como como una exportación exitosa de las nuevas ideas, expresiones y formas, y como un proceso que desarrolla nuevos productos, nuevos servicios y nuevas formas de empresas en funcionamiento o nuevas formas de responder a las necesidades sociales. La creatividad es por tanto de gran importancia para la capacidad innovadora de los ciudadanos, así como de organizaciones, empresas y sociedades. La cultura, la creatividad, y la innovación son vitales para la competitividad y el desarrollo de nuestras economías y nuestras sociedades, y son tanto más importantes en tiempos de cambios rápidos y serios problemas… así pues nos desvela una vez más, su capacidad para activar, a través de la innovación, de procesos de crecimiento económico y por ende su desarrollo.
Russell - La revolución de la conciencia
[…] si dejamos morir lo gratuito, si renunciamos a la fuerza generadora de lo inútil, si escuchamos únicamente el mortífero canto de las sirenas que nos impele a perseguir el beneficio, solo seremos capaces de producir una colectividad enferma y sin memoria que, extraviada, acabará por perder el sentido de sí misma y de la vida. Y en ese momento, cuando la desertificación del espíritu nos haya ya agostado, será en verdad difícil imaginar que el ignorante ‘homo sapiens’ pueda desempeñar todavía un papel en la tarea de hacer más humana la humanidad…
Nuccio Ordine - La utilidad de lo inútil