Carlos León
Obras del artista
El trabajo de Carlos León se inscribe en una tendencia que, en estos momentos retoma aspectos muy clásicos de la pintura y reivindica enérgicamente la validez y vigencia de este medio, artistas que retoman lo más pictórico de la herencia del expresionismo abstracto y de desarrollos posteriores.
A finales de los setenta su trabajo, cercano en algún sentido a la obra de Broto, Grau, Rubio y Tena, se le planteaban a Carlos Leon las limitaciones inherentes a una práctica tan directamente derivada de Peinture y de Support/Surface. En la década de los ochenta, su pintura adquiere connotaciones mitológicas (muy evidentes en sus títulos) y adquiere unos rasgos más cercanos al neoexpresionismo imperante. Posteriormente, su trabajo ha ido derivando hacia un lenguaje personal en el que las referencias literarias siguen inspirando su pintura, aunque mantiene un innegable interés por la materialidad de lo pictórico y la presencia del soporte, como plano estructural siempre presente en su poética.
La técnica empleada es óleo sobre diversos soportes que añaden, si cabe, calidades plásticas a las obras: el poliéster translúcido para obtener transparencias y veladuras, o el dibond que le permite aumentar la sensibilidad del dibujo mediante trazos muy fluidos.
Al hilo de la conocida propuesta de Mallarmé: "pintar no la cosa, sino el efecto que ésta nos produce", Carlos León ha articulado su propio lenguaje utilizando una técnica depurada y espontánea al mismo tiempo, en la que el trazo manual convierte la pintura en movimiento.
