Pedro Mora

Tras estudiar Bellas Artes en la Facultad de Sevilla y ejercer por un breve periodo actividad docente, se trasladó en 1991 a Nueva York, ciudad en la que reside en la actualidad. Como tantos otros artistas de su generación, Pedro Mora amplía -y abandona- la práctica pictórica hacia ese territorio interdisciplinar y tridimensional, más cercano a la objetualidad escultórica y la hibridación propia de la instalación. De marcado carácter conceptual, a obra de Mora se desliza en un registro de formatos, soportes, técnicas y planteamientos muy diversos que tienen como eje común vertebrador la importancia que para el artista tiene la idea de proceso. Lo que supone un desplazamiento del resultado final (objeto) hacia los pasos intermedios que no necesariamente conducen a un objeto material único.

De hecho,el trabajo de Pedro Mora se ramifica por numerosos frentes y materiales de muy diversa naturaleza.

Con una gran libertad, Mora presenta sus planteamientos teniendo muy presente la experiencia y la percepción activa del espectador, creando así un discurso que apela al diálogo directo, saliéndose muchas veces de los márgenes y las fronteras más o menos establecidas de lo artístico.

El trabajo de Mora compagina de un modo personal, ciencia y filosofía, racionalidad e inconsciente. Las piezas que presentamos se sustentan y plantean un binomio: Destrucción-reconstrucción que unas veces se objetualiza con la materialización de algo fantasmal y otras se registra con la precisión analítico-documental de un científico. Abundando en ese binomio inherente al proceso de creación artística (y al de investigación científica) hemos seleccionado una obra tridimensional y otra fotográfica. Ambas se complementan y ofrecen al espectador dos puntos de vista diferenciados pero coincidentes, más enigmático la primera, más narrativa la segunda.